Saturday, March 31, 2007

EL EXTRAÑO CASO DEL DR PAVO Y MR BUITRE



Aquí veis detalladamente la evolución de un ser humano en bestia animal del averno. De Doctor Pavo a Mister Buitre. En la primera foto acaba de recibir la noticia de mi despido de la fabulosa empresa de grabadores de datos en la que trabajaba y en la que cobraba una millonada. Se nota que me jodió bastante, porque ademas me despertaron de mis plácidos sueños, a la muy temprana hora de las 11 de la mañana. Algo indignante. En la segunda foto ya me estoy cagando en los muertos de las ETTs y su puta madre; se puede comprobar por los incisivos que crecen en mi boca. La expresión ya es otra, como poseído, arrebatado y con ganas de irme con una bombona y un mechero a liarla, para que se enteren las putas etts de una vez, a montar un bonito espéctaculo de fuegos artificiales. En la tercera foto ya no soy yo, sino el llamado Mr Buitre, un ser oscuro, extraño e imprevisible, más propio del cine de Lynch que de la realidad en si misma, pero sigue cagándose en los muertos de las etts, con sed eterna de sangre...

Continuará...

Saturday, March 10, 2007

EL EXTRAÑO VIAJE

Este hombre que veís en la foto y al que probablemente no conoceréis ninguno/a, era Pedro Beltrán y murió ayer a los 80 años. Era uno de los mejores guionistas del cine español("El extraño viaje", "Mambrú se fue a la guerra", "El pícaro", casi siempre en colaboración con Fernando Fernán Gómez), pero nunca fue una persona que persiguiera la fama o el reconocimiento. Anarquista, vividor, charlador y amante de las tascas y el flamenco. Escribo esto porque tuve la oportunidad de conocerlo hace un año y medio aproximadamente. Esa oportunidad me vino a través de mi amigo Moisés que trabajaba en una de esas tascas tan frecuentadas por Don Pedro, como lo llamaban todos respetuosamente. Cuando llegué vi en la barra a un hombre de pelo canoso, aguantando una copa de vino blanco en sus manos. Inmediatamente y a pesar de que no sabía como era, lo identifiqué. El, que ya estaba "avisado" de mi visita, pareció recibirme con muchísimas ganas de entablar una larga conversación, seguramente aburrido de sus soledad y me indicó el camino hacia una mesa. Se mostraba como un hombre de otro tiempo, tremendamente pesimista sin dejar de ser lúcido, superado por los vertiginosos cambios de la sociedad, negándose a vivir de otra forma, "viajando en caravana por una autopista", según sus propias palabras. Sin darnos cuenta, entre tapas de queso y vinos, nos tiramos tres horas hablando, acordando lo mal que estaba el mundo. Luego yo me fui a mi casa y el a su pensión, supongo. Recuerdo sobre todo una frase genial que me dijo: "La primera causa de muerte es la vida, la segunda, el dinero". Pues eso, que el vivió(y mucho). Seguro que ahora esta tomándose una copita de vino y entonando un fandango en algun sitio menos asqueroso.